Libro
Date
1977
Abstract
No siempre se sabe valorar el patrimonio cultural de la nación. Como resultado de ello, muchas obras maestras sufren daños irreparables o se pierden para la posteridad. Por desgracia, más de una vez quienes mejor deben cautelar estos intereses tienden a olvidar su misión. Poco a poco, sin embargo, se ha empezado a tomar conciencia de la importancia de preservar nuestros grandes logros estéticos. En este sentido, el Banco Central de Chile puede servir de ejemplo. La valiosa colección pictórica que posee bien lo prueba. Además denota una inquietud permanente por acrecentar este acervo. Su pinacoteca, de este modo, luce últimamente nuevas obras de pintura chilena. La mejor demostración de que arte y finanzas llegan a darse la mano.

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